27M: El inicio de la revolución...


Neuronas que se atraen, se juntan para crear sinapsis y enseguida configuran toda una red estimulada por los neurotransmisores que les ayudan a mantenerse unidas, contentas, motivadas, relajadas. Algo similar a lo que ha estado aconteciendo durante los últimos meses y que ha hecho posible todo lo vivido el pasado 27 de mayo (27M).

En octubre de 2016, 25 personas que aman la educación y que vibraban en la misma frecuencia fueron atraídas entre sí para juntarse, crear vínculo y dar lugar a un verdadero equipo de alto desempeño: los Neurohackers Education. Atención plena en un objetivo común muy claro: iniciar una revolución desde abajo que generase un cambio de paradigma educativo a través de la evidencia científica aplicada a los procesos educativos, o lo que es lo mismo, la neuroeducación. Como prioridad, el disfrute del proceso y el cuidado de las personas. En su mente: la mejora siempre es posible.

Una vez los objetivos y las prioridades estuvieron claros y definidos, se embarcaron en la aventura de organizar una jornada solidaria para compartir lo aprendido y al mismo tiempo aprender y nutrirse de las aportaciones de otras personas del ámbito de la educación. Los beneficios de esta jornada fueron destinados a los niños y niñas refugiados de Siria, una situación que inquietaba a sus generosos corazones. 

Y así fue como nació el 27M: "Experiencias de neuroaprendizaje: compartir para aprender". Sin duda, uno de los días más bonitos y felices de mi vida. Un sueño hecho realidad: estar rodeado de personas verdaderamente inspiradoras, llenas de pasión, optimismo, humildad y la actitud necesaria para hacer de ésta una sociedad más libre, de éste un mundo mejor. Porque son la ignorancia y el miedo los que nos hacen prisioneros, primero de nosotros mismos y después del sistema. Pedagogía de la evidencia, decían promover.

Estoy y estaré eternamente agradecido a todos mis compañero y maestros por haberme acompañado en todo este proceso de crecimiento personal y por todo el respeto y cariño recibido. Siento que desde que os he conocido, he evolucionado como persona y como docente. El sábado fue una jornada llena de emociones positivas y positivizadas, de mentes llenas de serotonina, dopamina y oxitocina, mucha oxitocina. También fue una jornada llena de sorpresas, esa emoción capaz de anclar los recuerdos en nuestra memoria a largo plazo. Sin duda, este recuerdo permanecerá en mí por mucho tiempo. Bueno, este y todos los que están por venir porque... ¡Este solo ha sido el comienzo de la Revolución Neurohacker!





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